Hidratar la piel con regularidad puede ser la clave para conseguir una piel sana y suave. Sin embargo, saber cuándo y con qué frecuencia debe hidratarse puede resultar confuso. Cuando le des a tu piel lo que necesita, te lo agradecerá.
Los tipos de piel de las personas varían, y entender las necesidades personales de tu piel es importante para implementar una rutina de cuidado de la piel. No importa el tipo de piel que tengas, va a necesitar hidratación. Tu piel puede sufrir mucho en un día, y protegerla es esencial.
Vamos a repasar la frecuencia con la que debes hidratarte y los signos de que tu piel está deshidratada. También conocerás las necesidades de hidratación de cada tipo de piel.
La piel y la humedad
Tu piel necesita una hidratación adecuada para lucir sana y suave. Tu cuerpo te ayuda de forma natural produciendo aceites para proteger e hidratar tu piel. Sin embargo, no todo el mundo produce la cantidad perfecta de aceite para hidratar todo su cuerpo.
El entorno en el que te encuentras también puede afectar a tu barrera natural de la piel. Si te expones mucho al sol o a las bajas temperaturas, la piel puede resecarse rápidamente. Seguramente habrás notado que, en cuanto llega el invierno, recurres más a la crema hidratante. Los labios y las manos suelen ser los primeros en mostrar signos de sequedad, pero todo el cuerpo puede volverse más seco.
Si te resulta difícil mantener tus manos hidratadas, prueba a tener una loción de manos cerca para usarla con más frecuencia. Puedes tenerla en tu escritorio o en tu coche, para que sea fácilmente accesible. La crema de manos crema de manos te ayudará a calmar, nutrir e hidratar tus manos y cutículas.
Algunas zonas del cuerpo tienen una piel más sensible, como la cara, el cuello y el pecho. La piel de estas zonas tiene una mayor tasa de renovación celular que otras. Estos puntos sensibles son más susceptibles a la sequedad y a otros problemas debido a la pérdida regular de células de la piel. Cuando te hidratas, le das a tu cuerpo un impulso extra para ayudarle a curarse y mantenerse sano.
Si no hidratas tu cuerpo y la barrera natural de tu piel es débil, puedes experimentar problemas cutáneos. Por lo general, los primeros signos son una piel de aspecto escamoso, enrojecimiento e irritación. Si te saltas la hidratación y eres propenso a la inflamación, el acné o la rosácea, la situación podría empeorar.
También puedes desarrollar arrugas más rápidamente si tu piel no está bien hidratada. La piel seca tiende a ser más fina, lo que facilita la formación de arrugas. La hidratación también puede ayudarte a reducir la aparición de arrugas y líneas de expresión. Las razones para hidratarse son infinitas.
¿Con qué frecuencia se debe hidratar?
La respuesta más sencilla a cuándo se debe hidratar es cuando la piel lo necesita. Sin embargo, no hay que esperar a que la piel esté completamente desesperada por la hidratación para hidratarla. Una vez que empieces a prestar atención a tu piel, tendrás una buena idea de cuánto tiempo puedes pasar antes de que tu piel esté seca.
La mayoría de las personas necesitan hidratarse al menos una vez al día. Al salir de la ducha caliente es uno de los mejores momentos para tomar una loción o una crema. El agua caliente puede deshidratar la piel, por lo que hidratarla inmediatamente después puede salvarla.
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Las personas con piel seca probablemente necesitarán hidratarse al menos dos veces al día. Acostumbrarse a aplicar una crema hidratante por la mañana y por la noche puede ser la mejor solución. Sin embargo, si notas que tu piel se reseca a mitad del día, no te prives de coger tu loción.
Aunque es fácil decir que necesitas hidratación cuando tu piel está seca y agrietada, deberías intentar evitar que esto ocurra. Cuando mantienes un cuidado adecuado de la piel, la mantienes hidratada de forma constante para que nunca se reseque en primer lugar.
Puede que vivas como si la loción estuviera ahí para usarla como reacción a la piel seca. En lugar de ello, deberías utilizarla para evitar que tu piel se reseque. Si mantiene su piel hidratada, evitará desarrollar problemas cutáneos.
Además de la hidratación durante tu rutina diaria, también debes protegerte cuando sepas que vas a exponer tu piel a ciertos factores de estrés. Por ejemplo, si vas a estar al sol cuando hace frío y viento, el agua de tu piel puede desaparecer rápidamente. Si preparas tu piel con una hidratación extra de antemano, mantendrás tu piel sana.
Tipos de piel e hidratación
En términos sencillos, las cremas hidratantes ayudan a retener el agua en la capa externa de la piel. Las lociones, cremas y sueros a base de agua constituyen la mayoría de las cremas hidratantes. Otros ingredientes, como el aceite de aguacate y el aceite de macadamia, pueden ayudarte a tener una piel más suave.
Es posible que tengas que probar varias cremas hidratantes diferentes para encontrar la que mejor se adapte a ti. Algunas lociones pueden dejar un residuo, mientras que otras no se sienten una vez que se absorben en la piel. También hay lociones que son más ligeras que las cremas. Debes tener en cuenta tu tipo de piel tipo de piel.
Piel normal
La piel normal no es demasiado grasa ni demasiado seca. Mantener una piel normal consiste en mantener el equilibrio que ya tiene. Prueba con una loción a base de agua que no sea grasa.
Pieles secas
La piel seca puede ser escamosa, con picores o áspera. Es posible que necesites una crema hidratante más espesa con elementos que ayuden a retener la humedad para restaurar tu piel. Si sigues sintiéndote seco después de aplicar una loción, busca una con ácido láctico o vaselina.
Estos ingredientes pueden durar más tiempo en su piel que otras lociones. Son más eficaces para mantener el agua en la piel. A veces, estas cremas hidratantes pueden resultar demasiado grasientas o aceitosas durante el día, pero pueden ser una buena opción por la noche.
Pieles grasas
Si su piel se siente grasosa, tiene un aspecto brillante y es más propensa a los brotes, es posible que tenga piel grasa. Las personas con piel grasa pueden pensar que no necesitan crema hidratante. Sin embargo, hay ocasiones en las que incluso la piel grasa necesita un aporte extra de hidratación.
Cuando los aceites naturales de tu piel se han eliminado, ya sea por la ducha o por la exposición al sol, necesitas una crema hidratante. Las lociones a base de agua que no son tan pesadas son fáciles de aplicar. Si tienes acné, aléjate de los productos que incluyen cosas como la vaselina, ya que pueden provocar un brote.
Pieles mixtas
La piel mixta tiene zonas secas y grasas al mismo tiempo. Es posible que experimente grasa en la zona T, pero que esté más seca en las mejillas. Una loción de peso medio es una buena opción para las pieles mixtas.
Es posible que tengas que aplicar una crema hidratante suave en la cara y una crema hidratante más espesa en los brazos y las piernas. Tienes que fijarte en los puntos en los que tu piel está más seca y aplicar la crema hidratante adecuada para las zonas correctas.
Pieles sensibles
Si tienes la piel sensible, es fácil que experimentes rojeces, picores e incluso sarpullidos. Querrás una loción con elementos calmantes que no agraven tu piel.
Es posible que tengas que probar y equivocarte para saber qué ingredientes le gustan a tu piel y cuáles debes evitar. Independientemente de lo que elijas, aléjate de las lociones que incluyen ácidos, ya que suelen ser los culpables de la irritación.
Pieles maduras
Al envejecer, la piel madura. Esta piel suele ser más fina, más seca y menos elástica. También es menos capaz de protegerte de los daños. Puedes buscar cremas o lociones elaboradas con retinoides, antioxidantes u otros ingredientes que ayuden a que la piel madura tenga un aspecto saludable.
Consejos de hidratación a tener en cuenta
Hay algunos consejos de hidratación que debes tener en cuenta en tu rutina de cuidado de la piel.
Protección solar
Aunque utilices una crema hidratante normal, también debes aplicarte protección solar todos los días. Si vas a estar al sol durante un periodo de tiempo prolongado, recuerda volver a aplicarte cada dos horas. El sol puede deshidratar tu piel rápidamente y tener efectos perjudiciales. Puedes mezclar el protector solar con tu crema hidratante diaria.
Uso de cremas y aceites
Evita aplicarte cremas y aceites pesados en la cara, a no ser que estés muy seca. Estos productos pueden acabar obstruyendo tus poros. En su lugar, utiliza cremas hidratantes más espesas en las piernas, las manos y los pies, ya que suelen ser más secos.
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Aplicar la crema hidratante en último lugar
Aplique las cremas medicinales antes de la hidratación en su rutina de cuidado de la piel. Deje pasar al menos 30 minutos para que el medicamento se absorba completamente en su piel antes de aplicar la crema hidratante. Puede consultar su medicación para obtener instrucciones más específicas.
En resumen
Debes tratar de hidratar tu piel al menos una vez al día para mantener su aspecto saludable y suave. Presta atención a tu tipo de piel y a sus necesidades específicas para que nunca se reseque. Esponjaé pueden hacer que la hidratación se convierta en un lujoso tratamiento de la piel que puedes hacer todos los días.
Fuentes:
Una actualización de la función de barrera defensiva de la piel | NCBI
